lundi, février 06, 2006

O X en Colores


No todos los juegos son peligrosos, pero es cosa común que los más riesgosos son los que más despiertan nuestro interés.
La razón, básicamente son juegos que no reconocen un esquema...

Un hombre de traje gris, cabello prematuramente canoso y algunas arrugas en su rostro que debieron estar ahí recién dentro de unos quince años más, salió de su gris departamento de hormigón y muebles prefabricados de Home Store camino al trabajo.
Fuera, el tráfico pululaba en las calles de una enorme ciudad de acero y cristal, los automóviles a corta distancia uno de otro dejaban escapar a la suave luz matinal sus vapores que acentuaban la luz azulada que cubría las calles, mientras unas manadas de transeuntes, todos iguales, caminaban con la misma dirección que aquel hombre de gris del que comentamos aquí. No iban exactamente al mismo lugar, pero iban a su trabajo, que para el caso particular de este relato, da igual que trabajo sea, todas estas personas trabajaban en lo mismo. Una vez que, habiendo estados unos estandares minutos en el metro, de pie todos en la misma posición, con las piernas semi abiertas y una mano levantada agarrandose de un fierro en la parte superior para que las personas no se callesen cuando el metro se detenía, cosa bastante difícil dada la cantidad de gente que había adentro, como si estuviesen enlatados en ese gran contenedor de metal, pues no había lugar donde caerse. Todo era como debía ser, las personas de pie en aquella programada posición iban cual ovejas a su trabajo en un edificio de acero, hormigón y cristal, vistiendo todos un traje gris.
La maraña de gente bajó de aquella lata y caminaron todos juntos al mismo ritmo hacia uno de los lugares que más detestaban, el lugar donde todo el día, tras un escritorio, sentados como es de suponerse que estaban sentados, escribiendo en un computador o leyendo interminables folios con más y más información que a nadie realmente le interesaría, a menos que le pagasen para leerla.
Todo lo que pasó en el día de aquel hombre es tal cual como cualquier lector podía imaginar que fue, y el día anterior ya ese fue igual, y el anterior a ese fue igual. Y el día siguiente también sería igual, igual que el siguiente a ese y todos los siguientes a ese hasta que un día la compañía n necesitase mas de sus servicios por obsoleto o por jubilación, y se retiraría a una apacible y cómoda vida de anciano en donde al mirar hacia atrás no quedan momentos dignos de recordar, solo una gran extención de un esquema repetido innumerables veces.
Incluso el día de su muerte fue así, encerrado en un cajón esquematico, con todos los estandares rigurosamente guardados en un funeral que compete a un padre, esposo, trabajador, procurado por los seres mas cercanos. Vistiendo un traje gris como el que vistió durante toda su vida. Pero no podría ser distinto, pues su muerte esquematica y su funeral esquematico partieron con una existencia exquematica y estandar desde pequeño. Como su graduación de enseñanza básica, que fue todo lo que podría esperarse de su graduación. La misma graduación que tuvo su hijo sólo un año antes, con los mismos colores, los mismos discursos, las mismas caras de un acalorado aburrimiento, en donde las mentes de todos los presentes van sumergiendose en un sopor difícil de aliviar hasta que la tortura termina, para inmediatamente olvidar las eventualidades programadas, al igual que en su funeral, en donde nadie, a una semana del evento, podría decir a ciencia cierta si ese día había algo de particular con respecto a cualquier otro día. Pasa con los funerales exactamente igual que con cumpleaños, nacimientos e incluso matrimonios, en donde el novio y la novia siguen un ritual establecdio hace dos mil años, sin cambios significativos, lo que hacen que el esquema de matrimonio sea recordado por todos, y cualquiera pueda relatar el matrimonio de cualquiera, sin estar demasiado lejos de la verdad, pues en general, todos son básicamente la misma repetición estandar una y otra vez.
Incluso los desmadres que el destino pueda preparar, saliendose un poco de la apretada agenda de convenciones que aquel hombre usa para diriguir su vida cómoda, segura y limpia, son rápidamente absorvidos y censurados como "cosas que se prefieren olvidar".

En un lugar donde la mayoría de la gente tiene algo así, como no sentirse atraido por los juegos en donde las endorfinas se liberan, donde la adrenalina nos embriaga como una droga nublandonos el pensamiento y lanzandonos a abismos o elevandonos sobre las nubes.

Nada que quiera olvidar! Todo que recordar!
Prefiero el juego, ensuciando el mundo, actualmente gris, de cientos de colores.


La fotografía.
Campaña "Diesel" Otoño/Invierno 2005

5 commentaires:

Francis Drake a dit…

definitivamente la gente que produce endorfina con diferentes actividades tiene menos probabilidades de tener una existencia gris y aburrida, aunque hay que conciderar que cada ser humano posee el derecho innalienable de de arruinar su existencia.

Unknown a dit…

A veces la vida te lleva...
Gracias por sus comentarios en Leyendas Paganas, hasta la proxima :)
Saludos!

bOnEs!!O_o.o_O a dit…

Definitivamente a nadie le gustaria ser parte de esa vida gris. Pero algunas veces se puede caer sin querer en ella. Las soluciones para esta vida plana serían juegos con adrenalina, endorfina y muchas inas.... pero tambien podria ser con cosas mas simples, disfrutar de una mañana, de la tarde, de la noche, de nuestras amistades, de la belleza en la simpleza y muchas otras cosas más... perosigue siendo más divertido ir a Fantasilandia!!!!!
xD!
Saludos!!

Anonyme a dit…

andres que bueno qu estes escribirndo harto por que esa es tu mejor salida con ideas propias que se convierten en algo muy bueno ,casi me llego tu historia jaja en una carrera de negocios es probable que me acereque a eso.

Anonyme a dit…

...texto perfectible, corregible, pero idea central, muy buena!...

..endorfinas o lo que sean, todo lo que me haga salir de esta piel, no es malo..